Comunicado del 23 de Marzo de 2015

Llega el "Bonus" IMPULSANDO . . . ¿La transparencia?

Hace unos años se nos presentó el nuevo sistema que iba a medir de forma objetiva e indiscutible la remuneración anual del llamado "Bonus" . Se trata del hoy archiconocido sistema IMPULSA que iba a funcionar por agregación desde abajo hasta arriba.

Pasado el suficiente tiempo habrá que empezar a decir que el sistema es claramente mejorable. Para empezar es un sistema que sólo es de aplicación a una parte de la plantilla. Aquella parte que se dedica fundamentalmente a labores comerciales en las oficinas. El sistema, como base única de medición, nace en las oficinas y muere en ellas, y aún en ellas, se está mostrando complicado hacerla útil para la medición de la parte operativa.

Por lo tanto se trata de un sistema que sólo trata de medir a un porcentaje reducido de la plantilla y pasado el tiempo empieza a resultar fácil y necesario plantearse ciertas preguntas. ¿Es un sistema que trata de medir de forma justa el trabajo realizado por los trabajadores y trabajadoras que forman equipos productivos? O ¿Es un sistema que provoca enfrentar a unos con otros buscando rivalidades internas? El trabajo realizado por compañeros durante todo un año que suman en la cuenta de resultados un buen número de ingresos, aunque no alcancen unos determinados objetivos, que, por otro lado, no han sido negociados y en cuya confección no se han tenido en cuenta la diversidad de lugares y carteras de clientes. . . ¿Es justo que valga cero? ¿O realmente no suma cero y sí cuenta para que otros tengan la suerte de ver más abultada su bolsa?

¿Podríamos empezar a establecer un mapa de oficinas e incluso de carteras que podríamos llamar "caladeros de puntos" y otras que recurrentemente no alcanzan los mínimos de puntos, con independencia de quien esté gestionando el "caladero"? ¿Podría, alguien, en ese caso, empezar a decidir, en base a ese mapa quien va a aumentar sus ingresos remuneratorios variables de forma sustancial sólo por efecto de un cambio de oficina o de cartera? Y "sensu contrario" ¿podría alguien decidir que los ingresos de otro pudieran reducirse de forma estrepitosa con un simple cambio? ¿Podría empezar a establecerse un mercadeo de puntos a base de prescripciones de los mismos de unas zonas con sobrantes a otras?

Demasiadas preguntas para un sistema con vocación de transparencia y objetividad. Si esos eran sus objetivos de partida no parece que lo haya conseguido y, sin embargo, sí parece haber abierto sustanciales brechas remuneratorias, para tan escasa transparencia.

Y a esto se añade la consabida sinrazón de unos objetivos definidos bajo unas formulaciones que no se adaptan a los ecosistemas donde pretenden implantarse, que no se consensuan con aquellos que deben cumplirlos sobre el terreno y cuyo premio objetivo es indefinido y desconocido durante todo el periodo. Quizás deberíamos empezar a plantearnos, todos, una revisión de un sistema que no parece ser el más justo y, desde luego, no aporta ni la transparencia ni la objetividad que prometía.

Saludos cordiales